viernes, 28 de octubre de 2011

VIDEO DE LA ANOREXIA Y LA BULIMIA

VIDEO DE LOS TRASTORNOS DE LOS ADOLECENTES

PSIQUIATRIA INFANTO-JUVENIL

Historia de la Psiquiatría infanto-juvenil

En las últimas dos centurias, pero mucho más en el s. XX, se han venido desarrollando áreas de estudio y acción derivadas del tronco común de la medicina, lo que dio lugar al término “especialidades médicas”. Estas especialidades implican reducción y profundidad: reducción porque delimitan un determinado sector como foco de interés, y profundidad porque quienes se dedican a él adquieren entrenamiento, información y experiencias de forma mucho más amplia e intensa.
Con el correr de los años y el aumento vertiginoso de la acumulación de conocimientos científicos y técnicos, se fue haciendo poco menos que imposible para una persona ser experta en todo lo concerniente a una especialidad, por lo que aparecieron entonces las llamadas “subespecialidades”, en las cuales se restringe aún más el campo de la pericia y los conocimientos; se podría decir que el subespecialista es alguien que, parafraseando a Ortega y Gasset, “sabe cada vez más de menos”, aunque conservando los conocimientos básicos de las otras áreas médicas.
Así, se considera, por ejemplo, que la Cardiología es una subespecialidad de la Medicina Interna, la que a su vez lo es de la Medicina General. Los cardiólogos además, pueden adquirir mayor entrenamiento en algunos procedimientos de diagnóstico (cardiólogos intervencionistas), que los hacen aún más especializados, lo cual sucede en otras de las llamadas subespecialidades.
No obstante, el prefijo “sub.”, denota inferioridad, estar debajo, por lo que no consideramos apropiado utilizarlo para referirse a estas ramas delimitadas de la Medicina. Como tampoco cabría la utilización del prefijo “súper” que connota demasía o estar por encima. El hábito, consagrado por los años, de utilizar la palabra subespecialidad, quizá haga difícil el que se le deje de aplicar, o incluso que se considere como una cuestión puramente semántica sin mayor relevancia práctica. Pero la realidad es otra, ya que supone cambios importantes en los programas de formación médica y los parámetros que se establecen para conceder las idoneidades por parte de los estamentos gubernamentales encargados de la salud. Y por otra parte, como es el caso de la Psiquiatría de niños, refleja una mentalidad anacrónica al situarla como subsidiaria de la Psiquiatría de los adultos.

Psiquiatría infanto-juvenil

Psiquiatra de niños y adolescentes

Es la rama de la psiquiatría que se especializa en el estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de los trastornos psicopatológicos de los niños, los adolescentes y sus familias. La Psiquiatría infanto-juvenil abarca la investigación clínica, la fenomenología, los factores biológicos, los factores psicosociales, los factores genéticos, los factores demográficos , los factores ambientales, la historia, y la respuesta a las intervenciones de los niños y adolescentes con trastornos psiquiátricos (Kaplan y Saddock).

La Psiquiatría infanto-juvenil como especialidad médica

La Psiquiatría es una especialidad primaria porque se dirige a un sector muy amplio que es el del funcionamiento normal y anormal de la mente humana.
En cuanto al conocimiento de la psicopatología del adulto que un paidopsiquiatra (Gr. paîs = niño) debe adquirir para comprender mejor las influencias negativas de algunos padres enfermos, o con trastornos de personalidad sobre sus hijos, todo programa de Psiquiatría infanto-juvenil que se precie de completo, incorpora estos conocimientos.
Otros temas importantes que son propios de la Psiquiatría infanto-juvenil y que no se estudian en la formación del psiquiatra de adultos son:
-Genética. -Psicología del desarrollo. -Pediatría (Neurología, Endocrinología, Enfermedades crónicas del niño y del adolescente). -Problemas relacionados con la educación familiar y escolar. -Métodos terapeúticos en su aplicación a niños y adolescentes.
La Psiquiatría de niños y adolescentes es una rama médica específica, una especialidad de primer nivel, a la cual se podría acceder directamente sin pasar por una formación previa en Psiquiatría de adultos o en Pediatría. Actualmente existe la opción de realizar la sub-especialidad de Psiquiatría infanto-juvenil después de haber hecho la formación completa en Pediatría o en Psiquiatría de adultos (general), aunque esta opción no debería ser la norma que excluyera otras posibilidades de especilización más directa.
Cabría decir que el psiquiatra que desea dedicarse por igual a menores como a adultos, debe tener la opción de prolongar sus años de residencia para completar su formación en ambas áreas, pero no debería ser obligatoria para aquéllos cuyo interés radica esencialmente en los niños y adolescentes.

 La psicopatología en la infancia y la adolescencia

La mayoría de las entidades psicopatológicas de las personas adultas se originan, ya sea exclusivamente o con frecuencia, en los años del desarrollo (infancia y adolescencia). Si observamos la clasificación de los trastornos mentales y del comportamiento de la Organización Mundial de la Salud, podremos comprobar lo antes dicho.
Más del 80% de las patologías de la CIE-10 se dan en las etapas de la minoría de edad, razón de más para que puedan ser estudiadas directamente en la formación del paidopsiquiatra, sin necesidad de hacerlo en un período previo en psiquiatría de adultos. Se puede añadir que los que se forman como psiquiatras de adultos no llegan a estudiar, o lo hacen muy superficialmente, ese 33% de patologías que son exclusivas de la niñez y la adolescencia.

TRASTORNO BIPOLAR

¿Qué es el trastorno bipolar?

 

El trastorno bipolar es una grave enfermedad del cerebro. También se llama enfermedad maníaco-depresiva. Los niños que sufren del trastorno bipolar experimentan cambios inusuales en su estado de ánimo. A veces se sienten muy felices y “animados” y son mucho más activos que de costumbre. Esto se llama manía. Y a veces los niños que tienen trastorno bipolar se sienten muy tristes y “deprimidos” y son mucho menos activos que de costumbre. Esto se llama depresión.
El trastorno bipolar no es lo mismo que los altibajos normales que experimentan todos los niños. Los síntomas bipolares son más potentes. La enfermedad puede hacer que a un niño le resulte difícil desempeñarse bien en la escuela o llevarse bien con sus amigos y familiares. La enfermedad también puede ser peligrosa. Algunos jóvenes que sufren del trastorno bipolar intentan hacerse daño o suicidarse.
Los niños y adolescentes que sufren del trastorno bipolar deben recibir tratamiento. Con ayuda pueden mejorar y llevar vidas exitosas.

¿Quién puede desarrollar el trastorno bipolar?

Cualquier persona puede desarrollar el trastorno bipolar, incluso niños y adolescentes. Pero, en la mayoría de los casos, el trastorno bipolar comienza en las últimas etapas de la adolescencia o a principios de la adultez. Generalmente la enfermedad dura toda la vida.

¿En qué manera se diferencia el trastorno bipolar en los niños y adolescentes en comparación con los adultos?

Cuando los niños presentan la enfermedad, se llama trastorno bipolar de aparición temprana. Este tipo de trastorno bipolar puede ser más grave que el que comienza en las últimas etapas de la adolescencia o en la adultez. Además, los jóvenes que sufren del trastorno bipolar pueden tener síntomas y cambios de estado de ánimo con mayor frecuencia que los adultos que tienen la enfermedad.

¿Qué causa el trastorno bipolar?

Son varias las cosas que pueden contribuir al trastorno bipolar, entre ellas:
  • Los genes, porque la enfermedad es hereditaria. Los niños que tienen uno de los padres o hermanos con trastorno bipolar tienen más probabilidades que otros niños de sufrir de la enfermedad.
  • La anormalidad en la estructura y función del cerebro.
  • Los trastornos de ansiedad. Los niños con trastornos de ansiedad tienen más probabilidades de sufrir del trastorno bipolar.
Las causas del trastorno bipolar no siempre son claras. Los científicos están estudiando el trastorno para obtener más información sobre las posibles causas y los factores de riesgo. Estas investigaciones quizás puedan ayudar a los médicos a predecir si una persona sufrirá del trastorno bipolar. También algún día, quizás puedan ayudar a los médicos a prevenir la enfermedad en algunas personas.
¿Cuáles son los síntomas del trastorno bipolar?

Los cambios de estado de ánimo bipolares se llaman “episodios anímicos”. Su hijo puede tener episodios maníacos, depresivos, o “mixtos”. Un episodio mixto incluye síntomas maníacos y depresivos. Los niños y adolescentes que sufren del trastorno bipolar pueden experimentar más episodios mixtos que los adultos que tienen la enfermedad.
Los episodios anímicos duran una semana o dos--a veces más tiempo. Durante un episodio, los síntomas se presentan todos los días durante la mayor parte del día.
Los episodios anímicos son intensos. Las emociones son fuertes y ocurren junto con cambios extremos en el comportamiento y los niveles de energía.
Los niños y adolescentes que sufren un episodio maníaco pueden:
  • Sentirse muy felices o hacer tonterías de una manera inusual
  • Ponerse repentinamente de muy mal genio
  • Hablar muy rápido sobre muchas cosas distintas
  • Tener problemas para dormir pero no sentirse cansados
  • Tener problemas para mantenerse concentrados
  • Hablar y pensar más a menudo en el sexo
  • Hacer cosas peligrosas
Los niños y adolescentes que sufren un episodio depresivo pueden:
  • Sentirse muy tristes
  • Quejarse mucho de dolores, como dolores de estómago y cabeza
  • Dormir muy poco o demasiado
  • Sentirse culpables e inútiles
  • Comer muy poco o demasiado
  • Tener muy poca energía y falta de interés en las actividades divertidas
  • Pensar en la muerte o el suicidio



TERAPIA FAMILIAR Y GRUPAL

Terapia Familiar

 

Terapia de Grupo

La terapia de grupo es un tratamiento en el que personas con problemas emocionales se reúnen en un grupo dirigido por un terapeuta entrenado y se ayudan unas a otras a llevar a cabo cambios de conducta o de personalidad. En la terapia de grupo, el terapeuta dirige las interacciones de los miembros del grupo para que logren sus cambios.
En cualquiera de sus modalidades, los objetivos de la terapia de grupo son principalmente:
  • Fomentar la salud mental de sus participantes
  • Aliviar los síntomas
  • Cambiar las relaciones interpersonales, facilitando la expresión verbal; enseñar a relacionarse con los demás; potenciar las características personales favorables.
  • Facilitar la comprensión de los demás y de las propias dificultades.
La terapia de grupo suele tener una frecuencia menor que la terapia individual y el terapeuta suele asumir en ella un papel más activo.


TIPOS DE TERAPIA

Terapia Individual

 

Terapia de Pareja

 


LA OBESIDAD

Obesidad


Obeso redirige aquí; para la localidad de Cantabria, véase Obeso (Cantabria)
La obesidad es la enfermedad crónica de origen multifactorial que se caracteriza por acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo; es decir cuando la reserva natural de energía de los humanos y otros mamíferos, almacenada en forma de grasa corporal se incrementa hasta un punto donde está asociada con numerosas complicaciones como ciertas condiciones de salud o enfermedades y un incremento de la mortalidad.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define como obesidad cuando el IMC o índice de masa corporal (cálculo entre la estatura y el peso del individuo) es igual o superior a 30 kg/m².1 También se considera signo de obesidad un perímetro abdominal aumentado en hombres mayor o igual a 102 cm y en mujeres mayor o igual a 88 Cm.
La obesidad forma parte del síndrome metabólico siendo un factor de riesgo conocido, es decir predispone, para varias enfermedades, particularmente enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, apnea del sueño, ictus, osteoartritis, así como a algunas formas de cáncer, padecimientos dermatológicos y gastrointestinales.2 3 (Ver: Efecto sobre la salud).
Aunque la obesidad es una condición clínica individual se ha convertido en un serio problema de salud pública que va en aumento y la OMS considera que "La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2,6 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso. Aunque anteriormente se consideraba un problema confinado a los países de altos ingresos, en la actualidad la obesidad también es prevalente en los países de ingresos bajos y medianos".4 (Ver:Políticas y medidas de salud pública).
CLASIFICACION
Según el origen de la obesidad, ésta se clasifica en los siguientes tipos:
  1. Obesidad exógena: La obesidad debida a una alimentación excesiva.
  2. Obesidad endógena: La que tiene por causa alteraciones metabólicas. Dentro de las causas endógenas, se habla de obesidad endocrina cuando está provocada por disfunción de alguna glándula endocrina, como la tiroides(obesidad hipotiroidea) o por deficiencia de hormonas sexuales como es el caso de la obesidad gonadal.

Causa y mecanismo

Las causas de la obesidad son múltiples, e incluyen factores tales como la herencia genética; el comportamiento del sistema nervioso, endocrino y metabólico; y el tipo o estilo de vida que se lleve. Para Mazza (2001) entre los factores que pueden causar obesidad puede ser atribuido un 30% a los factores genéticos, 40% a los factores no heredables y 30% a los factores meramente sociales, es decir, la relación entre factores genéticos y ambientales son del 30% y 70% respectivamente. Los mecanismos para que estos factores causen exceso de grasa corporal son:
  • Mayor ingesta de calorías de las que el cuerpo necesita.
  • Menor actividad física de la que el cuerpo precisa.
Si se ingiere mayor cantidad de energía de la necesaria ésta se acumula en forma de grasa. Si se consume más energía de la necesaria se utiliza la grasa como energía. Por lo que la obesidad se produce por exceso de energía, como resultado de las alteraciones en el equilibrio de entrada/salida de energía. Como consecuencia se pueden producir diversas complicaciones, como son la hipertensión arterial, la diabetes mellitus y las enfermedades coronarias.
La herencia tiene un papel importante, tanto que de padres obesos el riesgo de sufrir obesidad para un niño es 10 veces superior a lo normal. En parte es debido a tendencias metabólicas de acumulación de grasa, pero en parte se debe a que los hábitos culturales alimentarios y sedentarios contribuyen a repetir los patrones de obesidad de padres a hijos.
Otra parte de los obesos lo son por enfermedades hormonales o endocrinas, y pueden ser solucionados mediante un correcto diagnóstico y tratamiento especializado.

Tratamiento

Es necesario tratar adecuadamente las enfermedades subyacentes, si existen. A partir de aquí depende de buscar el equilibrio, mediante ajustes en la dieta. La dieta debe ser adecuada a la actividad necesaria, por ello una dieta muy intensiva en personas muy activas es contraproducente. Debe de tenderse a realizar dietas más suaves y mantenidas. Una vez alcanzado el peso ideal, lo ideal es mantenerlo con un adecuado programa de ejercicios y alimentación que sobre todo permitan no volver a recuperar la grasa y el peso perdido.
El principal tratamiento para la obesidad, es reducir la grasa corporal comiendo menos calorías y ejercitándose más. En efecto colateral beneficioso del ejercicio es que incrementa la fuerza de los músculos, los tendones y los ligamentos, lo cual ayuda a prevenir injurias provenientes de accidentes y actividad vigorosa. Los programas de dieta y ejercicios producen una pérdida de peso promedio de aproximadamente 8% del total de la masa corporal (excluyendo los sujetos que abandonaron el programa). No todos los que hacen dieta están satisfechos con estos resultados, pero una pérdida de masa corporal tan pequeña como 5% puede representar grandes beneficios en la salud.
Mucho más difícil que reducir la grasa corporal es tratar de mantenerla fuera acontecida 80 a 90% de aquellos que tienen 10% o más que su masa corporal a través de la dieta vuelven a ganar todo el peso entre dos y cinco años. El organismo tiene sistemas que mantienen su homeostasis a cierto nivel, incluyendo el peso corporal. Por lo tanto, mantener el peso perdido generalmente requiere que hacer ejercicio y comer adecuadamente sea una parte permanente del estilo de vida de las personas. Ciertos nutrientes, tales como la fenilalanina, son supresores naturales del apetito lo cual permite resetear el nivel establecido del peso corporal.